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domingo, 18 de marzo de 2018

Recepción del pensamiento griego en el Islam


La sabiduría helénica en el pensamiento islámico fue acogida como un saber completo que en esos momentos necesitaban para las dificultades que encontraban en sus propias explicaciones. Ese saber antiguo ofrecía una explicación del cosmos y tenía aplicaciones prácticas de la cual los islámicos podían disponer. Así pues, de la philosophia nació la Fálsafa, considerada una corriente del pensamiento islámico vista como una continuación de la filosofía griega.

Las zonas donde tuvo más desarrollo fueron Irán e Iraq en Oriente y Al-Andalus en Occidente.

El núcleo del pensamiento islámico estaba compuesto por la tradición y las ideas coránicas, por lo que la filosofía pretenderá desligarse e intentar dar explicaciones sin recurrir a esos elementos, aunque, al no poder separarse de su cultura, tampoco lo va a poder hacer de la religión a pesar de que intentará entender el Corán de forma distinta hasta entonces. Se va a introducir la razón humana y se va a convertir en punto de partida, sobreponiéndose en ocasiones a la verdad revelada. Van a elaborarse doctrinas que discutirán la relación entre filosofía y revelación y se buscará la justificación racional de la profecía.

Platón y Aristóteles representados en la Escuela de Atenas de Rafael
Partiendo de la lógica aristotélica se afirmará la existencia de la razón y se entenderá como la vía para acceder a la verdad. Aparece la palabra en árabe: al-mantiq (palabra articulada/razón) y se verá la lógica como el lugar donde está la razón, es decir, la palabra racional, contrapuesta a la palabra revelada de la religión. De esta forma, el hombre, del que deriva la razón, se contra pone la idea de Dios, que revela la verdad divina.

Estos dos caminos hacia la verdad se verán en distintas posiciones a lo largo del desarrollo del pensamiento. En ocasiones pretenderán reconciliarse, otras van a rechazarse por completo la religión mientras que en otras la religión va a querer ocultar la filosofía.

Para el estudio de la filosofía griega en el mundo árabe se llevaron a cabo traducciones de los textos sobre todo en Siria, por los grupos arameos, y las de origen iranio en la zona oriental. Se fundó la Escuela de los Persas en Edessa, pero fue clausurada el 489 por el emperador Zenón, por lo que tuvieron que refugiarse en Nasibin. Un emperador Sasánida fundó una escuela y cuando el emperador Justiniano clausura la Academia de Atenas, el director busca refugio en Irán.

Algunos traductores notables de textos griegos fueron: Sergio de Ras’Ayna, Severo Sebojt, Job de Edessa, Ahu Demmeh. La mayoría de las traducciones se hacían de las obras lógicas de Aristóteles.
En el s. IX el califa ‘abbasí al-Ma’mun funda en Bagdad la escuela de Bayt al-Hikma (casa del saber), quien fue sucedido más tarde por un discípulo, y este a su vez por hijo y sobrino. Aquí se puede comenzar a hablar de una escuela de traductores que traducían al árabe la traducción siriaca, en lugar de acudir a los textos griegos directamente.

Los autores más traducidos fueron: Aristóteles, Platón, Euclides, Plotino, Alejandro de Afrodisio, etc.

Cabe hablar, pero, del papel que tuvo el neoplatonismo en la recepción del legado griego, pues los textos antiguos llevan con ellos la formalización escolar neoplatónica, un pensamiento vigente en el mundo helenístico romano desde el s. I al IV de nuestra era.

Con esta corriente surge el profesor de filosofía y el manual de filosofía, a raíz de las enseñanzas de la Academia, y son estos manuales de los que parten los nuevos sabios, ya sean judíos, cristianos o musulmanes, cuya base se encuentra en la teología de los libros revelados. Se utilizan pues para la formalización de la teología, necesaria para su desarrollo.

Los sabios religiosos van a comprender el ser, el Uno divino como el Dios dentro del monoteísmo y van a explicar la unicidad de Dios a partir del principio fundamental de la revelación profética: la creación. Esta unicidad divina no se alterada por la existencia de las cosas y los sujetos. La materia no es totalmente independiente de Dios, pero Dios no toca la materia. Se establece una clara división, aunque no se desliga del todo, entre el Creador y lo creado.

Al -Kindi en un sello sirio
Dentro de esta creación, se distinguen los seres inteligentes, que son imagen de él, y los no inteligentes, los que no son su imagen. Los que poseen inteligencia, los hombres, están dotados de una luz divina que va a comprenderse como logos para entender y predicar la voz de Dios.

De esta forma de pensamiento en que se pretende una reflexión intelectual sobre la revelación, va a separarse lo que hemos denominado como Fálsafa, una filosofía mucho más arraigada a las formalizaciones griegas y cuya culminación va a estar presentada por Ibn Rusd. El precursor de esta va a ser Al-Kindi, quien lleva a cabo la primera formulación del pensamiento de la fálsafa en el s. IX. Es denominado como Fayla-suf al-‘arab (el filósofo árabe). Conoce en profundidad la historia de la filosofía y dedica un tratado a los libros de Aristóteles y tres a Sócrates. Su pensamiento ha venido influenciado, aunque en gran parte por Aristóteles, sobre todo en la lógica, física o biología, en el campo de la metafísica bebe de raíces neoplatónicas.


BIBLIOGRAFÍA

RAMON GUERRERO, R. (1996). Historia de la Filosofía Medieval. Madrid, Akal.

CRUZ HERNÁNDEZ, M (2011). Historia del pensamiento en el mundo islámico. Madrid, Alianza Editorial.

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