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martes, 27 de marzo de 2018

Hissa Helal: La poetisa (Documental)

"El poeta del millón" es en Arabia Saudí lo que aquí conocemos como "American Idol" o "Tú sí que vales", pero, mientras que nosotros estamos acostumbrados a ver en nuestros televisores a jóvenes talento buscando su oportunidad en el mundo de la música o el baile en la mayoría de los casos, en este talent show se buscan expertos en el lenguaje poético. 

Este espectáculo, predominantemente masculino, fue visto por Hissa Helal, quien pensó -y de forma muy acertada- que no tenía por qué ser un ámbito restringido a los hombres y, que como ella misma dice, seguro que existen mujeres capaces de escribir poesía tan buena o incluso mejor. Es entonces cuando ella decide presentarse -con el permiso de su marido-, consiguiendo, no solo llegar a la final sino quedar la tercera clasificada. 

Los poemas de Hissa Helal no tocan temas triviales o poco polémicos, sino que se mete de lleno en la cultura de su propia sociedad, llegando a criticar las fatuas (pronunciamientos legales del islam emitidos por un especialista) de algunos clérigos islámicos. Criticas que impulsaron a muchos a tacharla de hereje, infiel e incluso a amenazarla de muerte.

Esta poetisa pone de relieve problemas como la situación de inferioridad en la que se encuentra la mujer en el mundo islámico o la presencia de extremistas religiosos que, según ella, pretenden que aflore odio hacia todo aquél que no comparta la misma creencia religiosa. Dentro de este marco, Hissa Helal defiende la fe como algo privado, íntimo, una relación entre Dios y cada individuo y que no debería poder regularse con leyes desde la política. 

Pero, esta mujer es consciente de a qué medidas puede enfrentarse en caso de que se "excediera" en comportamientos que su cultura no acepta. Es por eso por lo que, a pesar de considerarlo escaso de lógica, ella sigue las leyes de vestimenta de su sociedad y por ello porta el niqab y obliga a sus hijas a llevarlo (como se ve en el documental).

Hissa Helal es, ante todo, una madre de familia que, siguiendo la norma pretende cambiarla. Una persona sensata que sabe a lo que se enfrente y que, aún así, va a luchar con las armas de las que dispone.

Ella misma sabía que los hombres no iban a permitir que una mujer quedara en el primer puesto, pero un tercer puesto no es sino el principio de un camino que está dispuesta a recorrer para mejorar la sociedad en la que vive.


Enlace al documental: https://www.youtube.com/watch?v=8W-a-tnSs0c



domingo, 18 de marzo de 2018

Recepción del pensamiento griego en el Islam


La sabiduría helénica en el pensamiento islámico fue acogida como un saber completo que en esos momentos necesitaban para las dificultades que encontraban en sus propias explicaciones. Ese saber antiguo ofrecía una explicación del cosmos y tenía aplicaciones prácticas de la cual los islámicos podían disponer. Así pues, de la philosophia nació la Fálsafa, considerada una corriente del pensamiento islámico vista como una continuación de la filosofía griega.

Las zonas donde tuvo más desarrollo fueron Irán e Iraq en Oriente y Al-Andalus en Occidente.

El núcleo del pensamiento islámico estaba compuesto por la tradición y las ideas coránicas, por lo que la filosofía pretenderá desligarse e intentar dar explicaciones sin recurrir a esos elementos, aunque, al no poder separarse de su cultura, tampoco lo va a poder hacer de la religión a pesar de que intentará entender el Corán de forma distinta hasta entonces. Se va a introducir la razón humana y se va a convertir en punto de partida, sobreponiéndose en ocasiones a la verdad revelada. Van a elaborarse doctrinas que discutirán la relación entre filosofía y revelación y se buscará la justificación racional de la profecía.

Platón y Aristóteles representados en la Escuela de Atenas de Rafael
Partiendo de la lógica aristotélica se afirmará la existencia de la razón y se entenderá como la vía para acceder a la verdad. Aparece la palabra en árabe: al-mantiq (palabra articulada/razón) y se verá la lógica como el lugar donde está la razón, es decir, la palabra racional, contrapuesta a la palabra revelada de la religión. De esta forma, el hombre, del que deriva la razón, se contra pone la idea de Dios, que revela la verdad divina.

Estos dos caminos hacia la verdad se verán en distintas posiciones a lo largo del desarrollo del pensamiento. En ocasiones pretenderán reconciliarse, otras van a rechazarse por completo la religión mientras que en otras la religión va a querer ocultar la filosofía.

Para el estudio de la filosofía griega en el mundo árabe se llevaron a cabo traducciones de los textos sobre todo en Siria, por los grupos arameos, y las de origen iranio en la zona oriental. Se fundó la Escuela de los Persas en Edessa, pero fue clausurada el 489 por el emperador Zenón, por lo que tuvieron que refugiarse en Nasibin. Un emperador Sasánida fundó una escuela y cuando el emperador Justiniano clausura la Academia de Atenas, el director busca refugio en Irán.

Algunos traductores notables de textos griegos fueron: Sergio de Ras’Ayna, Severo Sebojt, Job de Edessa, Ahu Demmeh. La mayoría de las traducciones se hacían de las obras lógicas de Aristóteles.
En el s. IX el califa ‘abbasí al-Ma’mun funda en Bagdad la escuela de Bayt al-Hikma (casa del saber), quien fue sucedido más tarde por un discípulo, y este a su vez por hijo y sobrino. Aquí se puede comenzar a hablar de una escuela de traductores que traducían al árabe la traducción siriaca, en lugar de acudir a los textos griegos directamente.

Los autores más traducidos fueron: Aristóteles, Platón, Euclides, Plotino, Alejandro de Afrodisio, etc.

Cabe hablar, pero, del papel que tuvo el neoplatonismo en la recepción del legado griego, pues los textos antiguos llevan con ellos la formalización escolar neoplatónica, un pensamiento vigente en el mundo helenístico romano desde el s. I al IV de nuestra era.

Con esta corriente surge el profesor de filosofía y el manual de filosofía, a raíz de las enseñanzas de la Academia, y son estos manuales de los que parten los nuevos sabios, ya sean judíos, cristianos o musulmanes, cuya base se encuentra en la teología de los libros revelados. Se utilizan pues para la formalización de la teología, necesaria para su desarrollo.

Los sabios religiosos van a comprender el ser, el Uno divino como el Dios dentro del monoteísmo y van a explicar la unicidad de Dios a partir del principio fundamental de la revelación profética: la creación. Esta unicidad divina no se alterada por la existencia de las cosas y los sujetos. La materia no es totalmente independiente de Dios, pero Dios no toca la materia. Se establece una clara división, aunque no se desliga del todo, entre el Creador y lo creado.

Al -Kindi en un sello sirio
Dentro de esta creación, se distinguen los seres inteligentes, que son imagen de él, y los no inteligentes, los que no son su imagen. Los que poseen inteligencia, los hombres, están dotados de una luz divina que va a comprenderse como logos para entender y predicar la voz de Dios.

De esta forma de pensamiento en que se pretende una reflexión intelectual sobre la revelación, va a separarse lo que hemos denominado como Fálsafa, una filosofía mucho más arraigada a las formalizaciones griegas y cuya culminación va a estar presentada por Ibn Rusd. El precursor de esta va a ser Al-Kindi, quien lleva a cabo la primera formulación del pensamiento de la fálsafa en el s. IX. Es denominado como Fayla-suf al-‘arab (el filósofo árabe). Conoce en profundidad la historia de la filosofía y dedica un tratado a los libros de Aristóteles y tres a Sócrates. Su pensamiento ha venido influenciado, aunque en gran parte por Aristóteles, sobre todo en la lógica, física o biología, en el campo de la metafísica bebe de raíces neoplatónicas.


BIBLIOGRAFÍA

RAMON GUERRERO, R. (1996). Historia de la Filosofía Medieval. Madrid, Akal.

CRUZ HERNÁNDEZ, M (2011). Historia del pensamiento en el mundo islámico. Madrid, Alianza Editorial.

domingo, 11 de marzo de 2018

Configuración del pensamiento islámico


El Islam se nos presenta como una religión que predica la existencia de un único Dios por parte del profeta Mahoma, a quien le fue revelado el mensaje divino cuyos pilares se fundamentan en el texto del Corán. Sin embargo, el islam supone también una entera concepción del mundo, tanto a nivel social como político y a su vez una forma de entender la civilización y regularla a través de costumbres, hábitos e incluso normas éticas. Es por eso que el Islam también es una zona geográfica, la casa del Islam (dar al-Islam). Todas estas perspectivas conforman el mundo islámico.
Mahoma creó la comunidad de la Umma, la cual suponía la obediencia y sumisión a Dios así como una vinculación entre sus miembros por religión, no por sangre, y estaba regida por la ley del Corán. Hay que destacar que el texto ha tenido desde el principio un carácter abierto que ha ido requiriendo de la interpretación a lo largo del tiempo, por lo que para los musulmanes se considera siempre actual. De esta forma, la ciencia de la Revelación se complemente con la ciencia de la Interpretación.
Es el filósofo Averroes quien va a suscitar la cuestión de la hermenéutica en el Corán.
Las interpretaciones dadas incurren en el surgimiento de distintos significados, por lo que eso generará una serie de debates entorno a conceptos e ideas que, a la hora de fijar el texto, va a producirse una selección y un rechazo hacia unas y otras. Esta selección va de la mano de las implicaciones ideológicas, sobre todo de carácter político, y es aquí donde se comienza a reflexionar acerca de la legitimidad del poder y el pensamiento se divide en tres caminos distintos:
·         Sunníes: seguidores de la tradición.
·         Chiíes: partidarios de la familia del Profeta.
·         Jariyíes: se separan de los dos anteriores.
Con esta división surgen las primeras cuestiones teóricas.

El Derecho se considera también una ciencia religiosa pues se basa en la regulación de la relación entre el creyente y Dios y los demás hombres. Aporta las reglas prácticas de la religión y descubre y desarrolla la Sharía.

Detalle de una pintura árabe (siglo XIII)
Con él progresa y evoluciona el estudio de la Gramática y la Historia, la primera necesaria para la fijación del texto revelado y la segunda, que en un principio se utilizaba para conocer la vida de Mahoma y las circunstancias alrededor de la fundación del Islam, se empezó a considerar de forma utilitaria y pragmática como lección obligatoria para los creyentes y para facilitar la comprensión del sentido de la Revelación.
Hacia el siglo X, la preocupación hacia la religión menguó para depositarse más en el interés por el hombre, y eso se debió a cada vez más la inclusión de la razón en la historia, lo que tuvo repercusión en la ética y la política.

Otra forma de pensamiento que destacó en la comunidad musulmana fue la Mística, que se caracterizaba por un especial acercamiento con Dios a través del amor, que bebía en parte del sistema neoplatónico.

Un elemento notable que destacar en el pensamiento islámico es la influencia de la Grecia clásica, cuya transmisión se realizó de manera oral y escrita y tuvo mucha difusión sobre todo por la zona de Siria y Persia. El saber antiguo, además, se concebía como un conocimiento completo, con ciencias prácticas que en ese momento los musulmanes buscaban, como es la medicina, la astronomía, etc.
Se llevaron a cabo traducciones de obras griegas al árabe, lo que llevó a tres orientaciones distintas:
·         Antiracionalistas: se acogieron a la Revelación y a la Tradición, rechazando cualquier perspectiva ajena a ellas.
·         Intermedio: se pretendía complementar la filosofía griega con los pilares fundamentales del Islam, llevando una renovación a las ciencias tradicionales.
·         Falsafa: considerado como una continuación del pensamiento filosófico griego a partir de bases del pensamiento islámico.
Con la llegada y la recepción de la filosofía griega se produce una dicotomía en el mundo árabe. Por un lado, la teología (Kalam) que aboga por una base religiosa, aunque se constituye como ciencia (reflexión teológica), y, por otro, una vertiente heterodoxa (Zandaqa) que ataca la religión. Incluso dentro de la teología se contrapone la razón a la tradición cuando algunos pretenden hacer prevalecer la enseñanza de los primeros musulmanes, aunque con cierto valor a la filosofía griega.




BIBLIOGRAFÍA

RAMON GUERRERO, R. (1996). Historia de la Filosofía Medieval. Madrid, Akal.

sábado, 3 de marzo de 2018

El origen del Islam


El origen del Islam puede remontarse aproximadamente entre el s. VI y VII en la Península arábiga (Yazirat al-arab), en la cual predominaba en gran parte un paisaje desértico poblado en gran parte por tribus nómadas, beduinos y sedentarios, comerciantes y pastores que llevaban a cabo las rutas hacia el golfo Pérsico y de Ákaba así como caminos para la emigración por parte de las tribus semíticas.

Antes del Islam había tres culturas importantes en la península: Himyarí, Tamudí y Nabatea. Eran poblaciones sedentarias de agricultores y comerciantes que se vieron influenciados, por una parte, por la zona de Mesopotamia y Persa y por la cultura helenística y romana por otra. Estas influencias se daban dado a la imposibilidad de incomunicarse que les daba las rutas comerciales, sin embargo, cabe decir que los grandes pueblos conquistadores no ejercieron gran influencia social directa, ya fuera el imperio Romano, Macedonia o Egipto. Sí es cierto que una parte de la península se mantuvo más cerrada en el desierto, establecida en oasis y alrededor de pozos.

Habitaban también cristianos (ibadíes de Hira y gassaníes de Gassan) y judíos, que podían ser étnicos o antiguos árabes convertidos.

Fue en este contexto donde surgió la primera poesía árabe, dando origen a las casidas preislámicas (cantoras de glorias y ruinas tribales).

La religión preislámica que se encontraba en esos momentos es acogida por divinidades tribales y por una serie de ritos en las comunidades, como el caso de la peregrinación o el culto a los antepasados.

Puesto que la sociedad presente era de carácter tribal asentada en el desierto, la concepción de la realidad que se tenía era más bien impredecible, los fenómenos desérticos, la naturaleza, no podía explicarse mediante una esencia estática o inmutable, por lo que se encontraban en un desamparo existencial antes de la llegada de Dios. Aún con la transmisión del Islam aún quedará esta idea en algunos árabes ya islamizados.

La religión como tal se presenta en el hombre como el resultado de una búsqueda de seguridad. El ser humano, como animal ligeramente separado del resto por su inteligencia y entendimiento, puede ver el mundo como realidad en lugar de como medio, es decir, puede objetivarlo y concebirse a él mismo separado de él. El hombre puede concebir los estímulos recibidos por la naturaleza como realidades de las que puede independizarse. No solo se ve afectado por ellos, sino que puede moldearlos.

Sin embargo, la naturaleza parece que solo concibe un fin último para la especie, que sería la supervivencia, pero no para el individuo en sí mismo, por lo que aparece aquí un vacío en cada ser humano que busca llenar.

Entonces somos capaces de hacer una distinción entre “lo presente” y “lo ausente”, dándole a lo ausente el poder y nombrarla “deidad”, que es lo que lo posibilita todo. De esta forma, la religión en el ser humano adopta un carácter natural, pero más bien enfocado como a la búsqueda del sustrato físico, el hecho de ser consciente de que debe existir un aquello que da lugar a todo, el creador que es el responsable de lo creado.

Las religiones pueden dividirse en dos: prácticas, correspondientes, entre otras, al chamanismo, y las que ofrecen y teorizan una cosmovisión. A su vez, existe el polimorfismo (politeísmo), el inmanentismo (la naturaleza como deidad en sí misma), y el monoteísmo (un único Dios que es la causa de la realidad). De alguna forma puede verse una evolución del concepto Dios. El Islam es una religión cosmovisiva y monoteísta. La llegada del Islam supone el “tiempo de salvación”, por eso las zonas islámicas son denominadas Dar al-Salam (casa de salvación), mientras que el tiempo preislámica es el tiempo de la ignorancia, denominado yahiliya.

Esta religión es mostrada por medio de la Palabra (como la ley judía o el evangelio cristiano) que revela la verdad última, lo que está por venir, es decir, una profecía que se enmarca dentro de un espacio histórico y geográfico: se dice que entre el Indo y el Nilo y entre el Cáucaso y el golfo Pérsico nacen las primeras manifestaciones monoteístas y unideístas.

Cierto grado de historicidad es también presente en el surgir mismo de las religiones: el judaísmo se inicia con el viaje de la familia de Abraham desde el golfo Pérsico hasta la Tierra de Canaán, el Cristianismo con el nacimiento, vida y muerte de Jesús de Nazaret, y el Islam con la hégira: retirada de Mahoma el 622 de nuestra era desde la Meca a Medina.

Mahoma (Muhammad) se presenta a sí mismo como el escogido por Dios para la transmisión del mensaje profético pero también como un hombre corriente como cualquiera.

Nació el 570 en La Meca, quedando huérfano a muy corta edad y fue criado por su tío y junto a su primo. Ellos, junto a su mujer Jadiya y algunos siervos y esclavos fueron sus primeros discípulos cuando el 610 inicia la predicación, rechazando el carácter tosco del politeísmo preislámico. Se ganó la enemistad con la oligarquía de La Meca y llegó a ser apedreado en Tayf, por lo que se acogió en Medina el septiembre del 622. Allí se le concede terreno y se convierte en el director de la comunidad islámica que comenzaba a nacer.

Se produjo una guerra que le fue favorable el Islam y pudo llevarse a cabo la peregrinación de los fieles y la entrada del Profeta, que murió el 632.


El Islam se presenta como la única religión de Dios comunicada por Adán a los profetas, siendo Mahoma el último y el que cierra el círculo profético.

La ley islámica está regulada por la Sharía, que bebe de tres fuentes distintas: el Corán (texto que contiene la mayoría de normas musulmanas y que fue revelado a Mahoma), la Sunna ( o tradición del Profeta) y la iyma (consenso de la comunidad).